17.12.09

al mar


no puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entonces
con siete lenguas verdes,
de siete perros verdes
de siete mares verdes
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre.
oda al mar (fragmento)
pablo neruda